Regresar a Torino es como volver a los brazos de un amante eterno que siempre nos espera con los brazos abiertos por más tiempo que pase…
No podía olvidarte
y volví otra vez
a esos brazos tuyos
que tanto añoré
estando tan lejos
no quise creer
que lo que sentía
pudiera amor ser
pero mil señales
me lograron convencer
tenía que regresar
volverte a ver
saber el porqué
de mis suspiros
al viento
de mis insomnios
de mis dudas
de mis no sé qué
de esos ataques
de melancolía
que sabían a nostalgia
Y a algo más
que no alcanzaba a entender
Italia conoce
el secreto
de este sentimiento
que sabe a tantas cosas
que se perdieron
que no supieron ser.
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