viernes, 23 de mayo de 2008

Duomo




Torino es indefinible, sus mil rincones sorprenden porque siempre nos encontramos reflejados a la vuelta de una esquina, por eso y por mil razones más que no alcanzo a explicar hay que quererla u odiarla, pero es imposible quedarse indiferente ante ella…

Espejo donde mirarme
cuando me asaltan las dudas
orilla donde refugiarme
si alguna pena me estrangula
amigo a quien contarle
cualquier sombra de duda
algo que viene y se va
un sentimiento inquieto
de no saber adonde va
lo que uno siente y no siente
lo que se olvida
lo que se odia
lo que no se sabe ya
las esquinas de los sueños
esos que ya no volverán
los que rompieron promesas
los que quisieron llorar
los que no pudieron despedirse
los que pidieron más
Ademanes sospechosos
de algo que no se quiere ya
Ironías de la vida
Viajes de sólo ida ya

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