viernes, 13 de marzo de 2009

Perderse

A veces querría perderme en la inmensidad del tiempo, para refugiarme en tus brazos aquí y ahora...

A la vida, por hacerme ver que no es bueno ser isla en medio del inmenso océano que es el mundo...
Perderse, olvidando todo, dejando todo y a todos atrás, empezar de cero, viajar sin equipaje, con lo puesto y nada más, con lo que uno atesora dentro, no es posible, no me veo capaz, sería como renunciar a esas raíces que me tienen anclados los pies a la realidad, es mi mundo de papel, mi universo personal...
Prefiero perderme en ti, en lo que eres, en lo que soy estando contigo, en lo que somos los dos juntos, en todo lo que me susurras, en todo lo que me haces sentir, perderse en cada caricia, en cada beso, en cada noche que perdemos la noción del tiempo y nos despierta el sonido de las olas de esta pasión que es caracola...
Perderse y reencontrarse al final del arcoiris, al final de cada palabra dicha, de cada silencio que el viento nos trajo, de cada beso que nos robó el muy bellaco, de todos los abrazos que el tiempo se guardó para sí, por todo lo que habrá de venir...
Y finalmente reencontrarse en el filo de una sonrisa, en mil deseos inquietos, en esos besos que sellan un pacto, seguir perdiéndose hasta que enloquezcan cada una de esas razones o la vida nos llame al orden, desde la ventana se puede leer una frase que alguien ha pintado "SI ALGUNA VEZ ELIGIERA PERDERME, YO SÓLO ME PERDERÍA EN TI"...

lunes, 9 de marzo de 2009

Soles



A J.c. por todo lo que está por venir y por no dejarme nunca que me rinda, tvb...


En su mirada se podía reflejar toda la inmensidad de los días vividos, de los instantes compartidos, de todos los rayos de sol que habían caminado con ellos en esa semana que parecía eterna, ambos habrían querido que esos minutos juntos duraran algo más pero al menos les dejarían unos recuerdos bellísimos que les acompañarían por toda la eternidad, estar juntos era como tocar el cielo con los dedos, ella no dejaba de repetirse interiormente "gracias por hacerme sentir viva, por dejar que cada segundo sienta como corre la sangre por mis venas, por enseñarme que la vida son sólo jirones, retazos que hay que saborear lentamente", esos días le habían enseñado que las prisas no llevan a ningun lugar, mejor ir paso a paso, ir encontrándose en cada peldaño con experiencias, personas e instantes que nos regalan miradas que están llenas de calma, de ternura, de alegría, de silencios, de tanto que aprender y atesorar, de enseñanzas que ningun viento se podrá llevar porque uno las guarda muy dentro, donde nada ni nadie las puede dañar, son la coraza que nos salva cuando algo no va, el caballero que con su espada salva a la princesa del dragón, el paraíso perdido donde refugiarse cuando nos muerde la desazón, ese rincón donde hacerse un ovillo y simplemente sonreirle a la vida porque cada mañana sale el sol.

lunes, 2 de marzo de 2009

Mudanzas de marzo

Ai miei con tutto il mio amore perché so che sempre prima o poi ritornerò, vvtb...

Alrededor todo era silencio, el silencio de la casa y las calles vacías le traían el recuerdo de todo lo que se llevó la brisa de aquellos días pasados, las cajas llenas de libros y ropa, las fotos, los cuadros, las palabras no dichas, las sonrisas robadas, todos esos años compartidos, todo lo que le enseñaron, mirar atrás era como revivir cada instante de todo ese caminar, cada lágrima traía de la mano una sonrisa, un amigo, una palabra de ánimo, una caricia, quizá hasta un abrazo, ese cambio de vida le aterraba pero a la vez era todo un reto, era una oportunidad de oro, un regalo, era la excusa que estaba buscando para ser realmente quien se sentía y dejar atrás por fin (en el cajón del olvido) todas sus máscaras, los miedos sólo le habían atado de pies y manos, poco le habían ayudado a vivir, ahora se abría una nueva etapa, un libro con las páginas en blanco y todo por vivir, su sonrisa se ensanchaba, el vértigo y las mariposas en el estómago le recordaban que así se sentía uno cuando está vivo y tiene tantas cosas por delante que sentir, ahora que había aprendido a saborear cada instante como si fuera el único la vida le sabía distinta, y se sentía más vivo y más feliz, había descubierto con los años que la felicidad no hay que buscarla, es ella misma la que nos encuentra cuando uno ya ha dejado de buscarla...