Caricias sin dueño
hueco en mi cama
pasión que se desata
ruidos que nos delatan
pieles en contacto
noches sin mañanas
Sueños prohibidos
ventanas a un mundo
al que no nos ata nada
en el que nadie regala nada
Adioses opacos
ternuras en vano
mapamundi de un cuerpo ya extraño
retazos de noches que no sé dónde quedaron
llamadas sin respuesta
rostros que se olvidaron
libertad que sólo sirvió para alejarnos
caminos que se distancian
dos y dos ya no son cuatro
te añoro en silencio
cuando la luna mengua
y me trae el recuerdo
de tanto derroche.
1 comentario:
magnífico poema. Me encantó leerte.
Un beso
Publicar un comentario