En esa infancia que es territorio de quimeras, sueños y caballos de cartón, más de una vez (y más de dos) me he refugiado, y me sigo refugiando así que pasen los años, buscando el brillo de unos ojos que me faltan hace años…
Tú soñabas grandes cosas
con caballos de verdad
el cartón se te hacía pequeño
en tu enorme soledad
en sueños volabas lejos
a sitios que quizá
nunca conocerás
viajes que,
posiblemente,
nunca se hagan realidad
ventanas a un mundo posible
espejos de vida
modelos de ciudad
ilusiones escondidas
tras máscaras de celofán
globos de mediodía
caramelos de verdad
puertas que no se abren
¿Qué esconderán detrás?
y Alicia que no aparece
¿quién nos las abrirá?
Valor que no perece
sonrisa perenne
esperanza sin igual
hojas de un árbol verde
que alguno pintará
peldaños de una escalera
que no sabes adonde va
restos de un sueño perdido
luces de ciudad
ansia eterna de realidad.
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