A veces para reencontrarse con uno mismo hay que pararse un instante y no meterle tanta prisa a la vida...
No te buscaré más
En el pálido reflejo
De tus ojos en mi espalda,
En el hondo desconcierto
Que sembraron tus palabras,
Abandono ese tormento
Y me entrego a contemplar
La débil sombra de tu recuerdo
Esa que por etérea e insustancial
Pronto desaparecerá
Como huella en la arena
El viento se la llevará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario