martes, 10 de junio de 2008

Aprender a vivir


"Libérame de tu hechizo y déjame ofrecerte mi corazón en libertad".


A ti que me atas en silencio con cadenas hechas de reproches...

No quiero mirar atrás, no debo, no me puedo permitir ese lujo, la vida es lo que queda delante, lo que aún no sabemos qué será, las preguntas sin respuesta, los miedos que vendrán (pese a todo también ellos nos enseñan a caminar), los cafés que quedan por tomar en buena compañía, las sonrisas que alguien nos ofrecerá, las palabras que alguien nos regalará, un amigo me dijo una vez que para atrás uno no debe mirar ni para tomar impulso por si las moscas, que las etapas que uno ha quemado es mejor no volverlas a repasar, los recuerdos son lo único que queda del pasado, es como la estela visible de lo recorrido, lo bueno y lo malo, las sonrisas y las lágrimas, las fotos, los libros, los regalos, las ventanas que se abrieron, las puertas que se cerraron, los amigos que se fueron, esos otros que llegaron, los aromas en invierno, las risas y chapoteos en verano, las luces y paseos en primavera, tu presencia en otoño, tus cartas y tus mails en ese invierno malhumorado, con sus luces y sus sombras, con sus amaneceres extraños, me voy en primavera, tú te quedaste en verano, más allá de tantas cosas que nos unieron y en un instante sordo nos separaron, de tanta vida vivida, de tanto ciego desengaño...

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