Quemando etapas...

"Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad". (Jorge Luis Borges)

A Teresa, por el regalo que me hizo con su amistad

Hay etapas que o se queman o luego a deshora no hay quien las supere, yo ya superé que no estés aquí, que me falten tus consejos, tu enormes ganas de vivir, tu sonrisa eterna, tu optimismo a prueba de todo, me quedé con todo lo que compartimos, con tantas tardes sentadas delante de un café riendonos de la vida y de nuestras cosas, hablando de chicos y de música, soñando con un mañana que no llegaba nunca, peldaño a peldaño pasaron los años, tú ya no estás para ver qué fue de todos, si nos casamos, si el amigo que no sabía muy bien qué hacer con su vida al final hizo realidad su sueño de irse fuera a estudiar (yo lo conseguí, niña, y eso que yo no soñaba ni por asomo con vivir un tiempo fuera de Sevilla, pero tienen razón los que dicen que para querer algo de verdad hay que aprender a echarlo de menos porque sólo así aprendes a apreciar lo que tienes), si seguimos en contacto o cada uno siguió su camino sin mirar atrás, puede que algunos te hayan olvidado, yo no puedo, me dejaste lo mejor de ti y una sonrisa enorme la última vez que quedamos para tomar café, nunca pensé que esa sería la última vez que te vería pero ¿sabes? no fue la última vez pues te tengo presente en cada etapa que quemo, me acuerdo de nuestras cartas (qué raro le parecía a la gente que estando en la misma ciudad nos escribiéramos pero a ti te encantaba recibirlas y a mi escribirtelas, era como un messenger aunque más lento) y sonrío pensando en lo que me dirías al presentarte a mi chico, esa sonrisa picarona que diría todo sin decir nada, ayyy, cómo te echo de menos, te escribo pronto cuando tenga novedades, un besote, Tere, la loca de tu amiga, Nat