A Torino y su gente por recibirme en sus brazos...
La niebla me habla de todo lo que no volverá, de todos los que ya no están, de las sonrisas que se perdieron, de los abrazos que se esfumaron, de los suspiros que se desvanecieron, de todo el amor derrochado, de todas las lágrimas que se derramaron, pero también sé que tras ella llegará el sol con sus sonrisas nuevas, con sus caras nuevas, con sus abrazos de mariposas, con sus esperanzas hechas de mañanas y cafés, y sus caricias hechas de ternura y de cosquillas, sus paseos por calles regalando vida, alegría y amistad, gracias a esa ciudad en brumas por todo lo que me hizo vivir, por todo lo que me enseñó, por todo lo que sentí y que vuelvo a revivir cuando la nostalgia me mata y no puedo evitar volver porque todas esas sensaciones me llaman, me reflejo en las aguas del Po como si fuera un espejo en el que quisiera perderme...
La niebla me habla de todo lo que no volverá, de todos los que ya no están, de las sonrisas que se perdieron, de los abrazos que se esfumaron, de los suspiros que se desvanecieron, de todo el amor derrochado, de todas las lágrimas que se derramaron, pero también sé que tras ella llegará el sol con sus sonrisas nuevas, con sus caras nuevas, con sus abrazos de mariposas, con sus esperanzas hechas de mañanas y cafés, y sus caricias hechas de ternura y de cosquillas, sus paseos por calles regalando vida, alegría y amistad, gracias a esa ciudad en brumas por todo lo que me hizo vivir, por todo lo que me enseñó, por todo lo que sentí y que vuelvo a revivir cuando la nostalgia me mata y no puedo evitar volver porque todas esas sensaciones me llaman, me reflejo en las aguas del Po como si fuera un espejo en el que quisiera perderme...