lunes, 8 de diciembre de 2008

Soledad


Déjame que te acompañe aunque sólo sea con el abrazo de una de mis miradas...

Gracias por esa sonrisa de payaso que me regalas cada mañana, por la risa que me arrancas como si fuera una flor que brotó de tu solapa, por tu frase de ánimo cada lunes negro, por esa mirada que me acompaña cada día, gracias, amigo sin nombre, por partirte conmigo ese dulce amargo llamado soledad, los días pasan inexorablemente pero llueva, granice o haga sol allí estás tú en tu esquina de cada día con tu sonrisa, tu flor de plástico y tu chaqueta de lunares, Charlie Rivel sevillano, poeta mudo de la calle, artista de la sonrisa, don quijote de la vida...

1 comentario:

Armida Leticia dijo...

Desde México un saludo y un abrazo.