domingo, 16 de noviembre de 2008

Las trampas de la sinceridad

"Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa". (Jacinto Benavente)





Me niego a dejarme atrapar por esa telaraña de mentiras, cotilleos y medias verdades en que quieren enredarme, la vida es algo más que cuatro paredes de unas vidas al parecer mediocres pues no saben salir de criticar, inventar y fabular, demosles un Nobel, un Cervantes o un Planeta por tanta imaginación absurdamente derrochada, tristes guiñapos que no saben refrenar sus lenguas de trapo, su mala intención, sus discursos patéticos esbozados a media voz, no saben que mi silencio esconde no mi indignación sino más bien mi lástima, mi sorpresa ante tanto disparate...
Me sigue pareciendo absurdo malgastar segundos preciosos de esta vida que se escapa a ratos hablando de cosas que no aportan nada, o destripando a gente que ni me viene ni me va, ¿para qué tanto jolgorio? ¿a qué viene este carnaval? yo no veo ni a Pulcinella ni a Colombina, Casanova muerto está, no me siento Mata Hari ni Doña Inés ni un remedo femenino de Don Juan, así que ¿a qué vienen esas caras? mi vida me pertenece, las vuestras me dan igual, así que perderos un rato y dejadme en paz, espantapajaros de maldad, correveidiles de ciudad...

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