A veces hay que aligerarse de equipaje para seguir el camino...
A Candela por enseñarme que en esta vida hay cosas que no son tan importantes, te quiero, peque...
El tiempo pasa casi sin darnos cuenta, llega gente a nuestras vidas, otra se va como llegaron en silencio y sin decirnos adiós, casi como si fueran un suspiro del mar que las olas atenuarán, alguien me decía el otro día que le sobraban dedos de una mano para contar los amigos de verdad que tenía, yo que hago amigos hasta en las paradas de autobús y que no podría vivir sin ellos alrededor (por muy lejos que algunos estén) cada vez que uno de ellos me llama para despedirse porque se van lejos es como si se me fuera un poco la vida con cada uno de ellos...
Es por eso que no me gustan las despedidas, daría lo que fuera porque no existieran, despedirse es un poco como morir, y yo me aferro a la vida desde aquel día en que te fuiste sin darme tiempo a despedirme de ti...
Me miro en tus ojos, a ratos me veo y a ratos no, distingo las luces, no las sombras, a este lado quedaron nuestras risas, las historias que entre las dos inventamos, esos hilos que parecían frágiles pero que con el tiempo se han ido fortaleciendo...
1 comentario:
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