viernes, 17 de octubre de 2008

Claroscuros

Vorrei esaudire tutti i sogni tuoi, vorrei cancellare ciò che tu non vuoi, però lo sai che io vivo attraverso gli occhi tuoi... (Vorrei, Lunapop)

A te, che sai bene chi sei, per ogni istante...

A mi amigo Jj, por ese amor compartido a nuestra Sevilla...

La calma del otoño me acaricia con sus dedos de hojas abandonadas al viento, con su tranquilidad de días de lluvia, tardes que huelen a tierra mojada y a mañanas de domingo recorriendo sus callejas, me gustaría perderme por el Barrio de Santa Cruz, encontrarte una madrugada en la Carbonería escuchando flamenquito del bueno, buscarte en cada recoveco de los jardines del Alcázar, leerte en cada página del último libro que me esté leyendo sentada en cualquier banco de la Plaza de España, sentir tu aroma cada vez que me topo con un puesto de castañas asadas, o esa imagen digna de una postal de Triana desde la calle Betis o desde la otra orilla del río, el río me mece en sus brazos de recuerdos, palabras y ternura, me recuerda que siempre estará ahí por más tiempo que pase, por más que la vida nos enseñe que no todo el mundo va de frente y por derecho, aún queda gente por la que vale la pena seguir adelante, regalar sonrisas, amanecer cada instante, gracias a todos, vosotros sabeis quienes sois...

1 comentario:

josé javier dijo...

...y a mañanas de domingo recorriendo con parsimonia la vieja calle Colón, eje primitivo de la Alcaicería de la Seda de los sevillanos almohades, que desemboca perezosa en la que fue Plaza de la Constitución de finales del XIX, y que a su vez me lleva hasta El Salvador, lugar sagrado para moros -mezquita de Ibn Hadabas- y cristianos viejos.
E incluso podemos continuar por la empinada Cuesta del Rosario hasta llegar a la Cisterna Magna de los romanos de Híspalis, junto al Foro, llamado ahora Plaza de la Alfalfa. Y completar el paseo sentados en el Café Europa, justo donde la otra Alcaicería, esta de la Loza, llega al Zoco del Pan o plaza de Jesús de la Pasión. Allí estaré alguna mañana desayunando mientras Sevilla pasa ante mí, ante nosotros, y se queda en nuestros adentros.
Un beso. Jj.