La timidez es una condición ajena al corazón, una categoría, una dimensión que desemboca en la soledad. (Pablo Neruda)
Me oculto tras esos velos que algunos llaman timidez y otros borderío, en una fiesta si quiero me convierto en la pared, me mimetizo cual camaleón, cambio de piel como de chaquetón, muto de apariencia si algo me asusta, agobia o supera, es algo innato a mi naturaleza de hada rara sin varita ni alas...
Mis amigos y la gente que me rodea saben que esto no es más que una charada a la que todos juegan, no me llevan la contraria, me siguen el juego como si una aún fuera aquella niña traviesa, me conocen, aun así me aprecian, me acarician la cabeza, me dicen que sí de lejos con un gesto de la cabeza, en resumen entran en mi mundo hecho de sombras, de laberintos, de amapolas, de recodos donde esconderse y de árboles huecos donde jugar al escondite o a la gallinita ciega...
Alma de niña que nunca creció, espíritu de elfo que nunca voló, susurro de duende, diente de león, encantamiento vano, risa de tritón, paraísos mágicos, música que invita a cogerte de la mano y a huir a la carrera de esa maldita bruja llamada soledad que no sé adonde me quiere llevar, ¡tú la llevas!
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