A ese alguien a quien le fallo cada dos por tres, yo sólo tengo palabras y ni siquiera sé muy bien qué hacer con ellas, lo siento aunque sé que de poco sirve cuando ya te he hecho daño...
Lo siento, no me cansaré de decirte que lo siento cada vez que te fallo, que me alejo o que me sumo en mis silencios dejándote de lado, no eres tú (eso bien lo sabes), soy yo y mis paranoias, mis miedos, mis inseguridades, mis momentos raros, no me gusta ser transparente, hoy te confesaré algo que nunca me atreví a decirte: te envidio, sí, aunque no te lo haya dicho nunca, cuando me pongo a tu lado me veo más pequeña y aunque sé que tú me dirías que eso es una gilipollez y una debilidad te lo tengo que decir igual, te debo ser mejor persona desde que te conozco, eso no lo olvido nunca aunque a veces quizá pienses lo contrario, no tengo memoria de pez, lo intento con la gente que hace daño (y a veces hasta lo consigo) pero con la gente que quiero y me rodea intento (aunque a veces mi torpeza me haga meter mil veces la pata) no olvidar nada, ¿qué más te puedo decir? no te puedo prometer que no volveré a fallarte, porque sé que antes o después volveré a meter la pata, sólo te pido que me des otra oportunidad si aún no es demasiado tarde...
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