lunes, 16 de febrero de 2009

Mirando a Sevilla


Merece la pena recuperar las pequeñas cosas, esos instantes que hacen que cada amanecer sea un regalo aunque sea por el breve instante que dura un suspiro...

A ti, por el espacio que nos separa y a la vez nos une, tvb

Pasear por tus calles como si volviera de una larga ausencia me hace recordar cada una de las razones por las que me enamoré de ti: ese aroma en primavera a azahar y a jazmín, esas vistas que regalas desde cualquier terraza del río al que te asomas, ese saber vivir, esa mirada que sabe a tantas cosas y a tanta gente que hicieron que este sueño fuera realidad, personas que abren sus puertas a todo el que llega sin preguntar, abrazos de amigos que se reencuentran después de viajes que parecen eternos, sonrisas que vuelven a iluminar la oscuridad de los días aciagos, tardes llenas de promesas, de cafés, de charlas siempre inacabadas, que dejaremos en el aire con un continuará la próxima vez que nos veamos, no sabría vivir sin ti por más veces que me aleje, es un contigo y sin ti extraño, viviendo fuera me veo como esos andaluces por el mundo echándote de menos en cada esquina, muriéndome de nostalgia por estar lejos de ti, y cuando vuelvo a ti y pasa un tiempo necesito volver a irme para reaprender a echarte de menos, a quererte, a averiguar por qué te llevo tatuada en la piel, Sevilla de mi alma, espacio vital donde todo me sabe a nostalgia de todo lo que fue y ya no volverá, a veces odio tanta modernidad...




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