lunes, 29 de marzo de 2010

¿Sin argumentos?



"Ya llegó la primavera, alegríaaaaaa".

Quizá pensaste que cuando te fuiste el libro de mi vida se quedó en blanco, pues te equivocaste de plano, chaval, la vida me ha enseñado que nadie en ella es imprescindible, que las personas vienen y van, y que pese a todo, los días siguen pasando, todo fluye nada permanece, las hojas siguen cayendo, la lluvia sigue mojando las aceras de mi vida y ya libre del peso de tus silencios puedo mirar a la cara a los amaneceres que quedan por delante, a los besos azules de esa playa de esos ojos que aún no conozco, de esa sonrisa que una mañana será lo primero que veré al despertar, de ese rayo de luz que hoy me da vida como si fuera lo único que me queda, pero yo sé que no es verdad, que la vida es contemplar amaneceres y atardeceres con distinta ilusión cada vez pero siempre conservando la alegría de ver los días pasar, sabiendo que siempre queda algo que aprender, algo que recordar, alguien a quien amar, una canción por escuchar, un hombro en el que reposar, un aroma que apreciar, una mano que acariciar, tantos libros por leer, y unos labios que besar… con todas esas pequeñas pero grandes cosas, ¿cómo podría perder la ilusión por vivir? No soy capaz, son tantas cosas y tanta gente que no me dejan, para rendirse también hay que echarle mucho valor (aunque parezca que es fácil, no es así), por eso hay tantos locos que se complican la vida y prefieren pasar página para no quedarse sin argumentos, mi libro de la vida no estará nunca en blanco, ¿Por qué? Porque siempre habrá una sonrisa de alguien cercano que no dejará que se marchite la mía, porque sé que aunque cierre los ojos y no quiera ver nada más siempre estarán mis niñas (Mj, Ro, Quinta, Omeya…) que no me dejarán que cierre los ojos a la realidad, porque siempre habrá una de ellas que me baje de las nubes y me devuelva a la tierra, no puedo pretender ser una isla, aunque estén en silencio, sé que están y estarán ahí, en lo bueno y en lo malo, en tanto que me queda por vivir, gracias por ser mis amigas, gracias por ayudarme a conservar la cordura, a ratos la sana locura, las ganas de reír y la alegría de vivir, os quiero mucho,mis niñas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida Sor, desde la Sede Piropal y de parte de su hermana, Sor Concha de Mar, sólo puedo decirle que: ¡Qué bien escribe!.

Da gusto leerlo... ¡Qué ALEGRIA saber escribir de esa forma y qué suerte tenemos nosotr@s de poder compartirlo!.

Sigo pensando que DEBERÍA ESCRIBIR MÁS DE UN LIBRO.

Muchos besotes.