jueves, 23 de agosto de 2012

UNA DE LIBROS...

Vuelven los molinos de viento, los Donquijotes y los Sanchos...


Hace tanto que no escribía en el blog que ya ni me acuerdo del último libro que os recomendé, bueno, no importa, os hago un breve resumen de lo que he leído últimamente por si alguien se anima:El jardín olvidado de Kate Morton, porque no lo he soltado hasta que me lo he leído de un tirón, el misterio que rodea a la infancia de la "prota" engancha, y no voy a contar más, que luego os quejais de que os destripo los libros; La sonrisa de las mujeres de Nicolas Barreau, porque es un soplo de aire fresco entre tanto bestseller ñoño y repetitivo (a ver si se enteran de una vez las editoriales de que estamos hartos de leer lo mismo año tras año), la historia arranca en un día de perros y la aparición de una librería parece que le da un vuelco a la situación, y hasta ahí puedo contar; La leyenda del ladrón de Juan Gómez Jurado, porque la acción transcurre en Sevilla y porque me apetecía volver a leer algo de novela histórica que no suelo leer mucha por falta de tiempo; El abuelo que saltó por la ventana y se largó de Jonas Jonasson, porque apetece echarse unas risas a pesar de la que está cayendo ahí fuera para cambiar un poco de cara, este abuelo centenario es mucho abuelo, no deja títere con cabeza; La tía Mame de Patrick Dennis, porque aunque breve es intensa, ¿quién no ha querido alguna vez ser como ella? Y por hoy, ya está bien, que luego me decís que no sabeis cuál elegir porque me paso con las recomendaciones, ¡buena lectura!

ESPACIOS...

"Siempre hay un tiempo para marchar aunque a veces no haya donde ir." (Tennessee Williams)


Ni estás ni estarás, se ha difuminado poco a poco el recuerdo (bueno o malo ya no importa, la verdad) que guardaba de ti, ya no sé quién eres pues hoy tengo la certeza de que nunca fuiste realmente tú, sino sólo una triste sombra patética de lo que podrías ser si quisieras, una lástima, con todo lo que encierras en tu interior y sólo dejas asomar lo peor de ti, me entristece que no supieras ver que el hilo que nos unía se hacía cada vez más fino y terminó quebrándose, hubo señales cada vez más claras que no supiste o no quisiste ver (¿cuántas veces me rehuiste cuando quise sacar el tema?), hoy (¿qué más da?) tengo la sensación -que se convierte cada día más en una certeza- de que desde el principio jugaste a dos bandas, pero bueno... la vida es complicada, uno a veces no escoge el mejor de los caminos pero el tiempo siempre pone a cada uno en su lugar, con esto no quiero decir que yo nunca me equivoque, nadie es perfecto y yo menos que nadie, pero nunca fue verdad que yo lo tenía todo y tú... ¿no tenías nada? no te engañes, tenías gente estupenda a tu alrededor que te quería y que te protegía, pero no sé por qué te empeñas en echarlos de tu lado, o con el tiempo terminan apartándose por una u otra razón, ya ves, yo no soy la primera ni seré la última, ¿te duele que te castigue con mi silencio? yo no lo veo así, prefiero pensar que el recuerdo -por pequeño que sea- del cariño que una vez te tuve me impide hablar y quitarte la careta que últimamente te empeñas en llevar, creo que me conociste un poco y sabes que yo no soy persona de ir destrozando vidas gratuitamente por ahí, de eso ya se encarga la gente estupenda de la que ahora te rodeas, ¿en un torpe intento de ignorar que estás cayendo cada vez más bajo? tú verás si te compensa, la vida es muy breve, si algo he aprendido de todo esto es que nada es para siempre...


viernes, 3 de febrero de 2012

Frío en el alma

"Vuestro amigo es la respuesta a vuestras necesidades; él es el campo que sembráis con amor y cosecháis con agradecimiento; él es vuestra mesa y el fuego de vuestro hogar. Cuando os alejéis de vuestro amigo no sintáis dolor. Porque lo que más amáis en él quizás esté más claro en su ausencia". (Khalil Gibran)


Hay veces en la vida en las que hay que alejarse de todo y de todos para encontrar respuestas, quizá no todos los que te rodean entiendan por qué en momentos determinados no estás para nada -por más que exteriormente uno siga siendo el mismo (¿se puede marchitar una sonrisa?)- cuando parece que todo empiece a ir bien, quizá sólo sea la calma que precede a la tempestad...


Es casi imposible encontrar las palabras adecuadas para explicar ese estado de ánimo de quien en los últimos tiempos siempre ha tenido que aparentar fortaleza (cuando nunca la ha tenido), alegría (cuando se le apagaba a cada paso que daba), seguridad (cuando nunca ha sabido qué encierra esa palabra),....


Cuando el frío se instala en tu interior, no hay calor que lo borre, y aun cuando se vaya siempre te quedará el recuerdo de él para sentirte indefenso, ¿por qué es tan difícil que un alma entre en calor? A nadie le gusta sentirse herido ni abandonado, ni decepcionado, pero ¿cómo explicar lo inexplicable? ¿cómo decirle a alguien que ya no te necesita, que al quedarte a su lado sólo te haces daño a ti y a ella? ¿cómo hacerle ver que vuestros caminos empezaron ya a separarse hace tiempo? A veces ocurre que por no querer hacer más daño uno elige la salida más dolorosa: cortar de raíz lo que tan alto había llegado, pensando, quizá ingenuamente, que el tiempo lo cura todo, cuando uno se queda vacío de tanto dar ¿qué más puede ofrecer, su nada? ¿y qué le quedará para volver en sí? estas palabras son más para ti que para mi, para que sepas que, aunque ya no haya vuelta atrás, nunca me arrepentiré de haber tirado por otro camino, puede que ahora no lo entiendas, pero lo necesitaba como respirar y aunque no lo veas, tú también, te vendrá bien por una sola vez centrarte en ti y solo en ti, te deseo todo lo mejor (aunque quizás lo dudes) hoy, mañana y siempre...